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"Barre" Francia feudo yihadista

Tras atentados del viernes en París, la Nación gala responde con bombardeo aéreo a posiciones del Estado Islámico en Siria.

Escrito en Celaya el

La Policía comenzó ayer domingo una búsqueda internacional de un sospechoso clave en los ataques de París, al mismo tiempo que las autoridades francesas informaron a AP que la Policía ya lo tenía cerca de la frontera, pero lo dejó en libertad tras una revisión de identificaciones.
La Policía francesa emitió un boletín por todo Europa con el nombre y fotografía de Salah Abdeslam, de 26 años y originario de Bruselas, Bélgica, y advirtió que es muy peligroso.
“No intervengan por sí solos”, indicó el boletín.
De igual forma ayer, un funcionario de Defensa de Francia señaló que un “enorme” bombardeo aéreo destruyó dos sitios yihadistas en Siria.
Según el funcionario, que habló a los medios bajo condición de anonimato por razones de seguridad, la Fuerza Aérea francesa lanzó un ataque masivo sobre un campamento del grupo terrorista cerca de al Raqa.
Fuentes del Ministerio francés de Defensa indicaron que en total se lanzaron una veintena de bombas desde 10 aviones tipo caza, un ataque de mayor envergadura de los que hasta ahora venía haciendo la aviación francesa en Siria.


Nuevos  apoyos

En una entrevista con la cadena NBC desde Antalya, el asesor adjunto de Seguridad de la Casa Blanca, Ben Rhodes, aseguró que EU trabaja con Francia para intensificar los ataques aéreos contra el Estado Islámico en Siria.
“Está claro que tenemos que esforzarnos más, parte de lo que estamos haciendo aquí es buscar contribuciones adicionales para ayudar a repartir la carga de esta operación”, indico Rhodes, “Francia es nuestro aliado en las operaciones que desarrollamos en Iraq y Siria, y está claro que quieren incrementar sus esfuerzos”.
El asesor de la Casa Blanca adelantó que “en los próximos días se aumentará la intensidad de los ataques para dejar claro al Estado Islámico que no tienen ningún santuario”. Y aseguró que la estrategia de suministrar armas a los que combaten al Estado Islámico sobre el terreno “parece estar dando resultados”, en alusión a los avances de milicias curdas.
En una reunión con Erdogan previa al inicio ayer de la cumbre del G-20, el presidente de EU, Barack Obama, insistió en el mensaje: “Estados Unidos y sus aliados redoblarán sus esfuerzos para encontrar una solución pacífica en Siria y evitar que el Estado Islámico perpetre más ataques como los de París”.


Alertó  Iraq  de  atentados

En tanto, se dieron a conocer pistas sobre la extensión del plan desde Bagdad, donde funcionarios iraquíes dijeron a la AP que Francia fue advertida el jueves sobre un inminente ataque.
Un despacho de Inteligencia iraquí advirtió que el líder del grupo Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi ordenó a sus seguidores a lanzar inmediatamente ataques con armas y bombas y tomar rehenes al interior de los países que los combaten en Iraq y Siria.
El informe iraquí, obtenido por la AP, no ofrecía más detalles sobre cómo o dónde se realizarían los ataques, y un alto funcionario de seguridad francesa dijo a la AP que los servicios de Inteligencia de Francia reciben ese tipo de advertencias “todo el tiempo” y “todos los días”.
Sin embargo, funcionarios iraquíes de seguridad dijeron a la AP que también brindaron detalles específicos a Francia, entre ellos que los atacantes estaban entrenados para la operación y fueron enviados a Francia desde Raqqa, la capital del grupo Estado Islámico.
 

‘Están abatiendo a todos’

El concierto de los cuatro músicos californianos del grupo Eagles of Death Metal empezó de manera extraña, en la sala Le Bataclan: el vocalista clavó un cuchillo en una bocina. El recinto ubicado en el número 50 del bulevar Voltaire -un escenario, una sala, un balcón y un pequeño restaurante- estaba lleno el viernes 13.
Poco menos de una hora después del arranque de la tocada, el caos se apoderó del lugar. Según los reportes, cuatro hombres armados con rifles de alto calibre asesinaron a los guardias de seguridad, ingresaron al recinto -algunos sobrevivientes aseveran que gritaron “¡Allahu akbar!” (¡Dios es grande!)- y abrieron fuego de manera indiscriminada contra las centenas de personas que asistían al concierto. Entre la oscuridad y el elevado volumen de la música, los asistentes tardaron en reaccionar.
“En un inicio pensamos que era parte del show, pero rápidamente entendimos”, recordó un testigo. “Disparaban hacia la masa. Estaban armados con rifles pesados, me imagino que eran kaláshnikov, hacían un ruido infernal. Había sangre por todos lados, cadáveres por todos lados. Se oían gritos. Todos intentaron huir. Era un infierno”.
Julien Pearce, periodista de la radio Europe 1, se encontraba en la sala y recordó: “Escuchamos detonaciones en la parte trasera de la sala. Me di la vuelta y observé a dos hombres con rifles. No llevaban máscaras. Eran muy jóvenes: tendrían unos 20 años. Iban vestidos todos de negro, con una pequeña barba”.
El reportero explicó que los atacantes -pertenecientes al Estado Islámico, según confirmó el Gobierno francés- “dispararon al azar sobre la multitud”, vaciaron sus cargadores una y otra vez contra el público y los caídos. En el piso se amasaban personas agonizantes, y los asaltantes abrían fuego con ráfagas “de tres o cuatro segundos”.
Tres asistentes del concierto, consultados por el diario Libération, vieron cómo los agresores masacraron primero a los clientes de la barra. “Luego vimos un movimiento en la pista. Era como el paso del viento en el trigo: todos caían -muertos, heridos y vivos-. Aunque no tengamos experiencia de la guerra, entendimos de inmediato lo que ocurría”, relataron.
Un vigilante les indicó una salida de emergencia; dos de ellos subieron hasta la azotea y otro se refugió en una sala.
Una mujer subió al escenario y alcanzó la sala, donde permaneció con otras 25 personas más de dos horas. “Teníamos una probabilidad sobre dos de recibir una bala. Escuchamos a la gente que gritaba, los rehenes sobre todo, y las amenazas de los atacantes: “¡Mírame!”, decían.
“Después de 10 minutos interminables, todavía no era una toma de rehenes sino una carnicería. Mucha gente estaba en el piso, herida. Desafortunadamente no podían hacer nada, por temor”, abundó Pearce.
Junto con un grupo de aproximadamente 10 personas, el periodista logró escapar del recinto y salir hacia la calle Charonne, en la cual encontraron una situación “apocalíptica”: cuerpos y personas gritando de dolor en las banquetas.
Afuera los esperaban paramédicos y periodistas. “(Cuando iba saliendo) caí al suelo, pero alguien me levantó y logré escapar. Pero todos mis amigos se quedaron adentro. Es terrible”, explicó Eduard Veilly.
Daniel Psenny, un periodista de Le Monde, vive atrás de Le Bataclan. Grabó la huida de decenas de personas por las dos puertas traseras. En el video se observa un torrente de gente salir del edificio y correr a toda velocidad en la calle. Una y otra vez se oyen los ruidos secos de disparos. Algunas personas arrastran a otras, inertes. Un hombre grita, desesperado: “¡Oscar! ¡Oscar!”…
Se observa a tres personas que han salido por las ventanas del tercer piso y se agarran a los marcos, colgando en el vacío. “¡Por favor, le ruego: voy a soltarme, estoy embarazada, le ruego”!, suplica una mujer.
“¿Qué pasa?”, pregunta el reportero. “¡Nos disparan!”, le contesta una voz femenina.


Culpan  a  Hollande

Más tarde en la noche, entre la vorágine de noticias y rumores, se dio a conocer que los asaltantes se habían encerrado en una sala del primer piso con un centenar de rehenes.
Un testigo se refugió en los baños del segundo nivel durante el tiroteo. Escuchó que los asaltantes hablaron con los rehenes sobre las intervenciones militares francesas en Siria y en Iraq: “Es culpa de (el presidente François) Hollande… no tiene por qué intervenir en Siria”…
“Todavía estoy en Le Bataclan. Primer piso. ¡Herida grave! Que empiecen el asalto lo más rápido. Hay sobrevivientes adentro. Están abatiendo a todos. Uno tras otro. Primer piso, rápido!!!”, escribió a medianoche Benjamin Cazenoves -un asistente al concierto- en Facebook.
Se aproximaba la una de la madrugada cuando un grupo policiaco de élite ingresó a la sala. El testigo escuchó más disparos y cuatro deflagraciones: de acuerdo con el fiscal parisino Michel Cadot, tres de los agresores activaron sus cinturones explosivos ante la llegada de los policías. Éstos abatieron al cuarto, cuya bomba detonó al chocar contra el suelo.

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