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Dejan de denunciar los afectados

Los robos en los negocios del centro de la ciudad son algo cotidiano, sin embargo, la mayoría de las veces no se denuncian.

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Dejan de denunciar los afectados

Los robos en los negocios del centro de la ciudad son algo cotidiano, sin embargo, la mayoría de las veces no se denuncian.

A veces no se concretan los asaltos, roban pequeñas cantidades o sólo son “robo hormiga” y prefieren no denunciar para evitar represalias.

Pedro, tiene una taquería, él ya sabe que cuando llega cierto grupo de personas, lo único que tienen que hacer es servirles, atenderlos bien y ser amables.

“No les cobramos, ya sabemos que son rateros y que a eso se dedican, por eso mejor no les cobramos, llegan se sientan, les hacemos plática y con eso garantizamos que no nos roben. Total su cuenta pude ser de 200 ó poquito más, depende cuántos vengan, que de no servirlos bien, nos pueden robar”, señaló.

Hay otros negocios, donde igual ya han sido robados pero prefieren no denunciar.

“Una vez llegó un joven a pedir precios de unas camisas, pero se quedaba viendo alrededor, no la ropa sino el mostrador, y así nadamás de repente me pidió que le diera el dinero que había en la caja, no había sido un buen día, y sólo había 500 pesos, fue todo lo que se llevó y unas tres camisas. Son raterillos, que aunque no son ladrones de esos profesionales que roban millones de pesos, pues sí nos perjudican y el miedo que nos causan, uno ya no puede vivir o trabajar en paz”, dijo Marisol Medina.

En los puestos de los mercados del centro de la ciudad y algunas tiendas, sucede mucho el robo hormiga, que consiste en que las personas se llevan la mercancía mientras que los empleados están entretenidos con otros clientes.

“Cuando uno acuerda ya se llevaron el ipod, la camisa, la ropa interior, relojes, vaya hasta jitomates se llevan”, dijo Manuel Vázquez.

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