Hace un mes y cinco días, Luis, de 40 años en compañía de su familia salió de su natal Matagalpa, Nicaragua en búsqueda del “sueño américano”.
Viajando en ferrocaril, con sus esposa y sus dos pequeñas de 6 y 12 años, a quienes no quisó, ni podo dejar, así llegó desde hace tres días a Salamanca.
Luis compartió que “el hambre” y la búsqueda de mejores oportunidades los obligó a salir de su país natal, además contó que muchos de sus paisanos han migado por lo mismo, ya que de lo contrario su destino sería morir de hambre.
“Allá en la República de Nicaragua la situación está muy difícil, en una semana de trabajo nos pagan 300 córdobas, son como 150 pesos mexicanos... allá hay mucha hambre, miseria, mucha pobreza, por eso nos aventamos, tenemos dos opciones; quedarnos en la miseria o salir a buscar el sueño americano” contó Luis.
“En Córdoba, Orizaba, todo allá está muy feo, nos cobran 100 dólares por ir en el tren, sino te tiran del tren, aunque traigas niños, mujeres, lo que sea. A veces las mismas autoridades te entregan al crimen organizado, no dejan abanzar”.
El migrante relató que en Salamanca, y en todo Guanajuato la gente los ha tratado muy bien, pues les han dado de comer y les dan aguas, refrescos y hasta leche para las niñas.
Luis y su esposa dejaron a la mayor de sus hijas, de 8 años, allá con su abuelita, en espera de poder mandar por ella cuando estén en Estados Unidos.
Aunque dijo que en México la gente ha sido muy linda, sabe que deben llegar a Estados Unidos.
Contó también que en México hay muchos mexicanos que se hacen pasar por “hondureños”; pero dijo, para distinguirse, deben tener su pasaporte o una identificación como ellos y hasta una bandera, pues dijo, si un mexicano usa una bandera de Nicaragua o de otro País, los mismos migrantes lo “sonrajan”.

Por Redacción AM

Escrito en Celaya el 4/9/2015 · 00:00