Los adultos mayores deben ser especialmente cuidadosos con los medicamentos que toman porque al ingerir varios fármacos estos pueden producir efectos secundarios, además de que los cambios físicos de la edad pueden alterar la eficacia de los medicamentos.
La Clínica Mayo advierte sobre algunos mitos en torno a los adultos mayores y los medicamentos:
Cuando un fármaco funciona bien en una determinada dosis, tomar más es mejor.
Los beneficios de muchos fármacos no aumentan después de una determinada dosis pero los riesgos sí.
Tomar ciertos medicamentos en dosis muy alta puede ser especialmente nocivo para las personas mayores porque la función del riñón y del hígado generalmente disminuye con el transcurso del tiempo, reduciendo la capacidad del cuerpo de procesar y eliminar los fármacos.
Un fármaco administrado en una determinada dosis durante años no puede producir efectos secundarios nuevos
En los ancianos, un fármaco que se toma sin inconvenientes durante años puede ser la causa de nuevos efectos secundarios problemáticos.
Al envejecer, el peso corporal puede cambiar, además de la digestión, la circulación y la función del riñón y el hígado; estos cambios alteran el procesamiento, la circulación y la excreción de los fármacos, por lo que es posible que un medicamento empiece a producir efectos secundarios que no producía antes.
Los efectos secundarios de los medicamentos y los síntomas de enfermedad se pueden diferenciar fácilmente
Los efectos secundarios de ciertos fármacos pueden malinterpretarse por enfermedades o afecciones relacionadas con la edad o hasta por síntomas de lo que se conoce como "hacerse mayor".
Tanto los pacientes como los médicos y los farmacéuticos deben siempre considerar la posibilidad de que cualquier síntoma o señal de "vejez", tal como debilidad, somnolencia, confusión, ansiedad o pérdida de la memoria, puede ser efecto secundario de un medicamento.

Por Redacción AM

Escrito en Guanajuato el 10/1/2015 · 00:00