Uno de los últimos ídolos que ha dado La Trinca Fresera es Víctor Manuel Saavedra Zamudio, joven de clase humilde que se levantó a base de esfuerzo y dedicación para jugar en la Primera División Nacional.
Desde joven fue el sustento para su familia y hoy retirado cuenta orgullosamente con tres licenciaturas en Psicología Organizacional, con maestría en Desarrollo Organizacional, Contador Público con especialidad en Mercadotecnia, además de su título de Director Técnico Profesional por en ENDIT,
Su familia la integran su señora esposa Ma. Del Rocío Rangel Martínez, sus dos hijos Víctor Antonio y Zinedine Gardet, de 14 y 12 años, respectivamente.
Perfil Futbolístico…
En 1990 se integró a los Delfines de Abasolo de Tercera División dirigido por el técnico Humberto Manjarrez, al lado de jugadores como Isael Hernández, Javier ‘Chino’ Delgado, José Luis ‘Tomate’ González, Ignacio, Juan Antonio Fernández, Adrián Laguna, Juan Manuel ‘Squirt’ Martínez, Juan Manuel y José Juan Rivera.
Debutó con Atlante en la temporada 1995-1996, posteriormente pasó al Irapuato en el Invierno 2000 y se va con la franquicia a Veracruz en Verano 2002. Después de un año sin jugar en el máximo circuito asciende con la nueva franquicia del Irapuato en el Apertura 2003.
Sus ascensos…
Víctor Saavedra es un jugador que vivió tres etapas con el equipo Irapuato, llevó a La Trinca a tres finales en 1993-1994, 2000 y 2003, cuenta con dos títulos, es único jugador del Irapuato en tener dos ascensos con los freseros, anotador del tercer penal ante Cruz Azul Hidalgo en el 2000, Seleccionado Pre Olímpico de Atlanta 1996, además participó en el partido previo a la Copa Mundial de USA 1994 que la Selección de México derrotó a Irapuato por 2 a 1.
Triste que no haya futbol…
Con sentimiento hacia los colores del equipo que lo vio nacer futbolísticamente, Víctor Saavedra confiesa: “Es una tristeza y duele que esta plaza sea objeto de burla por gente que no conoce la historia y tradición del futbol profesional, pues se ha demostrado que en las diferentes etapas siempre responde la afición”.
“Esperemos que en corto plazo se pueda cristalizar un buen proyecto deportivo con gente de la ciudad, que se adquiera una franquicia y que sea por  y para los irapuatenses, que se tenga la certeza y plena seguridad que la franquicia nunca saldrá de la ciudad”, expresó.
Manifiesta que sería una estupidez el demoler el estadio y antes de pensar en eso mejor las autoridades municipales y empresarios deberían de apoyar para regresar el futbol profesional a esta plaza.

Por Jesús Rodríguez

Escrito en Guanajuato el 19/6/2015 · 00:00