Los cuerpos de al menos tres hombres de mediana edad fueron hallados ayer en Chilapa, municipio de Guerrero donde se había denunciado la desaparición de al menos 16 personas durante la toma de la ciudad por policías comunitarios.
Según un funcionario de la Fiscalía estatal, los cadáveres fueron localizados en el panteón de la comunidad de Nejapa, perteneciente a Chilapa. Estaban desmembrados, con signos de descomposición y envueltos en cobijas.
El funcionario dijo que los restos aún no han sido identificados y añadió que estimaban que los hombres podrían llevar unos cinco días muertos.
Los cadáveres se encontraron al día siguiente de la llegada a Chilapa de elementos de la Policía Federal para investigar el paradero de los desaparecidos.
Más de una semana después de que 200 policías comunitarios, que los pobladores vinculan al crimen organizado, tomaran este enclave con el argumento de devolver la seguridad al municipio, el destino de la gente que se llevaron sigue incierto y crece la confusión sobre lo que pasó exactamente del 9 al 14 de mayo.
El jefe de la Policía Federal, Enrique Galindo, acudió el miércoles por la tarde a la localidad y se reunió con 16 familias que aseguraron que alguno de sus miembros había desaparecido en esas fechas, informó la Secretaría de Gobernación en un comunicado.
La Fiscalía mexicana anunció, por su parte, que enviará efectivos para investigar y buscar a los desaparecidos.
Sin embargo, el procurador de Guerrero, Miguel Ángel Godínez, en declaraciones ayer a los medios, dijo que no hay desaparecidos sino unas 15 personas que fueron “retenidas por los comunitarios”.
Godínez indicó que la policía comunitaria llegó a Chilapa con sus comisarios al frente, líderes que el fiscal consideró gente “responsable” y por eso subrayó que son ellos los que “tienen que determinar dónde están” las personas buscadas y “hacerse responsables” de su destino.

Denuncian amenazas

Familiares de 15 desaparecidos acusaron que están recibiendo amenazas debido a que han denunciado que sus parientes fueron plagiados por integrantes de un grupo armado que la semana pasada tomó la localidad.
Aseguran que los autores de las intimidaciones son quienes realizaron levantones en su comunidad pese a la presencia de las fuerzas federales.
“Ya no sigan denunciando porque les va a pesar”, fueron algunos de los mensajes de texto que vía celular han recibido algunos de los familiares de los desaparecidos.
Algunos de los agraviados se presentaron ayer a la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común para ampliar su declaración ante el vicefiscal general estatal, Alejandro Santos.
Ante los hechos de inseguridad de las últimas semanas, la ciudadanía del lugar se impuso un toque de queda, por lo que a las 7 de la tarde todos deben estar en sus casas.
Además, existe la inquietud de que el grupo armado regrese a la ciudad, luego que dieron un ultimátum de ocho días al Ejército para detener a Zenén Nava, líder del grupo delictivo de “Los Rojos”, quien supuestamente controla esta plaza y es el autor de asesinatos.
José Díaz Navarro, familiar de los hermanos Hugo, Alejandro y Víctor Apreza García, quienes fueron privados de su libertad el 26 de noviembre del 2014, dijo que existe una calma tensa en Chilapa.
Señaló que desde enero del año pasado, en Chilapa han habido 106 personas desaparecidas.
“Fueron 96 hombres y cinco mujeres que fueron privados de su libertad, eso está documentado porque yo realicé un recuento a través de las publicaciones de los medios de información que dieron cuenta de esos hechos”, aseveró.
Mucha gente, agregó, no se atreve a denunciar las desapariciones por miedo.
En un comunicado, el Gobierno federal informó que personal de la subsecretaría de Derechos Humanos de la Segob se trasladó a Chilapa para atender a las familias que acusan desapariciones y que elementos de la PGR apoyarán en la investigación de autoridades estatales.