Con una trama verosímil llega la reinvención francesa del filme “La Bella y la Bestia”. Ver el interior, más allá del exterior, es la premisa básica de esta película.
Muchos creen que no habría impedimento para que una joven mujer se enamore de un monstruo al ver su interior y se dejan envolver por este simbolismo.
No obstante, los productores de la nueva versión cinematográfica producida en Francia, en donde este relato fue escrito en 1796, quisieron ir más allá y hacer de esta historia fantástica algo razonablemente creíble; brindar una experiencia a la audiencia moderna que los invite a creer que una bestia hechizada aguarda el amor en un castillo recóndito.
“No me sorprendió que me pusieran a interpretar a la Bestia”, reflexiona Vincent Cassel, quien protagonista en este filme que llega este jueves a México.
“Es culpa mía que me propongan estos papeles. Es la imagen que he dado en los proyectos que he hecho. Una bestia puede no serlo no solamente por su físico, hay muchos personajes de ficción que deambulan por ahí”, considera en una entrevista genérica. 
La crítica francesa Laurent Pecha, de EcranLarge, remarca que aunque la película está lejos de ser perfecta, era un proyecto ambicioso en comparación con el “estancamiento” del cine de su país. Elogió al director, Christophe Gans, por hacer que el público crea en una “historia de amor increíble e improbable”.
Esta versión tiene cambios esenciales en la trama, pues se adentra más en la vida de los personajes centrales.
De inicio, se describe la familia de Bella, la manera en la que su padre, con seis hijos que cuidar, lo pierde todo una y otra vez, hasta que es capturado por la Bestia mientras éste tomaba una rosa en sus territorios, que pretendía regalar a su hija.
Mientras que la Bestia intercambia al padre por la joven, ella sabrá mucho del pasado de su captor no sólo por su entorno, sino a través de sus sueños.
Familiar y luminosa.
Vincent coincide con los especialistas en la calidad de la estética de la cinta, pues los paisajes están inspirados en la obra del pintor Maxfield Pa le. No obstante, difiere con ellos en la trama, la cual le pareció sin pretensiones
“Es la primera vez que acepto participar en una película así”, confiesa el actor, quien seleccionó este proyecto pensando en sus hijos. “Lo primero que hice cuando me enseñaron la película terminada fue mostrársela a mis hijos. No podía hacerlo antes porque mis otros proyectos son violentos, o con escenas explícitas y lenguaje crudo. Es mi marca personal Trabajar en algo con animalitos orejudos que corren y en torno a un príncipe azul es llevarlos de vacaciones”, añade.

Por Redacción AM

Escrito en Guanajuato el 22/1/2015 · 00:00