Un joven de 21 años, amante de la velocidad, murió tras salir proyectado de un vehículo tubular que conducía sin casco de protección.
Dos amigos de la víctima portaban la protección adecuada, uno de ellos fue trasladado a la Cruz Roja.
Los jóvenes iban acompañados de familiares que se transportaban en dos autos particulares y otro tubular.
Tomaron rumbo del Centro y se dirigían a la comunidad Las Arenas, para disfrutar del arroyo Sardaneta y aprovechar los tubulares en el terreno.
El hecho fue a las 3:50 de la tarde, camino a Mesa de Ibarrilla llegando a Las Arenas.

El accidente

Manuel Alejandro Díaz Ibarra conducía el vehículo tubular y con él viajaban sus amigos Edgar y Christian.
Según familiares, el joven en algunos momentos aceleraba la marcha, pero con precaución.
Los padres y hermanos de Alejandro iban detrás de él en dos automóviles y en el camino a Mesa de Ibarrilla, a pocos metros de Las Arenas el joven perdió el control.
Era una curva y el exceso de velocidad provocó que Alejandro terminara volcado.
Edgar y Christian se golpearon contra la terracería, sin embargo, el cinturón de seguridad y los cascos los protegieron.
Su amigo Manuel Alejandro salió proyectado del tubular, la cabeza golpeó el piso y quedó inconsciente.
Los padres y hermanos del joven de 21 años detuvieron los autos, bajaron y tras ver a su familiar herido e imposibilitado para hablar pidieron ayuda a los habitantes de Las Arenas.
“Nos ayudaron a bajarlos en una camioneta y para hablar por teléfono porque arriba no había señal”, platicó Lucero de 24 años, hermana del joven.
Los jóvenes fueron abordados en una camioneta guinda y llegaron hasta el cruce con la calle Sábana Tropical de la colonia Ibarrilla.
A ese lugar llegaron paramédicos de la Cruz Roja, que atendieron a Manuel Alejandro y Edgar, pero ya no pudieron hacer más por el joven de 21 años, porque ya había fallecido.
A Edgar lo abordaron a ambulancia y lo trasladaron a la Cruz Roja, donde llegaría una sus tías.
Christian se negó a ser trasladado a un hospital, ya que aseguró no tener lesiones de gravedad.
El cuerpo de Manuel Alejandro se quedó en la camioneta guinda y oficiales de la Policía Municipal encintaron el área, mientras arribó la Unidad del Servicio Médico Forense (Semefo).
Finalmente, en el anfiteatro se le practicará la necropsia de ley para determinar la causa de muerte.
“Nosotros somos cristianos, creemos en Dios y en sus decisiones; esto que sucedió es porque él así lo quiso”, expresó Lucero, hermana de la víctima.

Por Redacción AM

Escrito en Guanajuato el 18/8/2014 · 00:00