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Defiende empresa venta de calzado chino barato

El propietario de Lhesh, proveedora de zapato asiático, aseguró que cumple con los trámites aduanales y de Comercio Exterior; trae producto en contene

Escrito en Guanajuato el

El dueño de la empresa Lhesh, proveedora de calzado chino a bajo costo, negó que su producto ingrese ilegalmente al País.
“Tengo todos los documentos en orden y las facturas con un control estricto”, afirmó Liberato Hernández Hurtado, propietario de la empresa Lhesh, que se encuentra en San Francisco del Rincón.
AM publicó el miércoles que dos de cada tres pares de calzado chino ingresaron el año pasado a precio subvaluado, revelaron estadísticas oficiales de importaciones.
De 43 millones de pares que China vendió legalmente a México en 2013, casi 29 millones de pares fue calzado que declaró en aduanas un precio inferior al valor de referencia establecido por las autoridades federales para evitar el contrabando.
Por ejemplo, Lhesh es proveedora de zapaterías que venden calzado chino a bajo costo.
En su página de internet ofrece sus productos desde 12 pesos, aunque en los establecimientos el precio sube más de 3 pesos.
Hace dos años, la Secretaría de Economía fijó precios de referencia a 31 fracciones arancelarias para evitar la subvaluación del calzado.
El precio de referencia oficial para evitar el contrabando fue de 12 dólares (156 pesos).
“A mí me gustan las cosas derechas y al iniciar esta empresa en el 2008, siempre hicimos las cosas de la mejor manera, con los papeles en orden ante la aduana y Comercio Exterior, pues sabemos que no sólo está penado traer productos subvaluados, sino también era meternos a la cueva del oso”, expresó Hérnandez Hurtado.
Aseguró que su empresa compra el producto en China a un costo y ese mismo precio se ofrece en México.
“Estamos muy conscientes de que el producto que traemos de China debe llegar a México sin problema alguno, y por ello hacemos las cosas lo más transparente, y tan es así que hace unos días tuvimos un operativo sorpresa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), el cual es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que tiene la responsabilidad de aplicar la legislación fiscal y aduanera.
“Checaron los convenios, contratos, papeles de compra, revisaron la mercancía en la bodega, tienda y en oficinas, y al final, el encargado del operativo se retiró con su gente sin problema alguno, y eso da mucho de que hablar al salir de aquí, sin motivo alguno para que la empresa se vea afectada”, comentó el empresario.
“El precio pagado por el producto es el precio de aduana, y puedo demostrar que todo está en orden, con un certificado SGS, con el pedimento de exportación de mi proveedor, los documentos con que pago la mercancía, los seguros de mi producto, la factura postillada; yo le doy a aduana todos los papeles, si no, imagínate, modificar algo, sería modifcar todo y sería una mentira al final”.

Ingresan contenedores

El empresario señaló que su producto chino lo vende en todo el País, el cual le deja ganancias a pesar de los gastos de importación.
“Hay que agregar el gasto de comprarlo y traerlo de China, además de que al llegar a México, normalmente nos toca foco rojo y se queda la mercancía en revisión hasta por cuatro días, lo que significa que hay que pagar como 50 mil pesos más por la empresa del camión”.
El propietario de Lhesh también reconoció que normalmente en cada compra, ingresa a México mínimo dos contenedores, los cuales son detenidos en la aduana para su revisión hasta por varios días, ya que comprueban que la compra de alrededor de 10 mil de pares sea legítima.
Agregó que en un comienzo intentó vender calzado mexicano, pero desistió por problemas de facturación.
“Sabemos cómo somos los mexicanos en ocasiones para las facturas, pero sí me estaba saliendo más caro el zapato de aquí, porque me lo facturaban y tiempo después veía el mismo producto en la central a precio más barato y ahí es el error, porque yo fui zapatero y sé que es algo mal pagado en ocasiones y que cuesta trabajo vender el producto, pero a veces como en México estamos acostumbrados a fiar, sale más caro a la larga”, concluyó.

Reducena la mitad fabricación

La empresa de calzado Lital Liyu, con más de 13 años en el mercado, nunca habían palpado como ahora la competencia desleal de China.
Esta empresa ha logrado finalizar semanas, parando solamente días, en los que se pierde ganancia y empleos.
“Hoy en día se siente, no hay producción, no hay pedidos, tenemos que estar migrando a otras alternativas”, comentó Roberto Martínez, director general de la fábrica.
Aceptó que en empleos ha habido bastante disminución, antes eran 56 personas y ahora van de 36 a 38.
Su estrategia ha sido venderles directamente a las zapaterías, para así continuar fabricando calzado de dama y suelas.
Además de esto, por consecuencia, también tuvieron que disminuir la producción. Hoy en día se encuentran por debajo del 50% de la producción, desde hace como un año.
También emigran a otro tipo de líneas, con anterioridad tenían una pauta de una a dos líneas como máximo, ahora deben hacer diferentes.
“Hoy en día atendemos a las zapaterías directo, ya en mercado de mayoreo e interno en la ciudad de León lo podemos catalogar mal, en varios aspectos que me reservo”, agregó.
Su petición, al igual que muchos empresarios del sector, es que pongan un alto a las importaciones que entran por las aduanas, subvaluadas, trianguladas o por contrabando.
“¿Qué les puedo pedir?, lo que todo ciudadano pide, que se cierren fronteras, que sea verdad el apoyo y que se pongan a trabajar, me uno a ellos con la esperanza de ver que las cosas cambien”.
Karla Ruiz Méndez

Despiden amás de 50%de personal

Calzado Scandalo es otra de las empresas que se suman al llamado de parar la importación.
Durante ocho años de dedicarse a fabricar calzado de dama, es la primera vez que se ven amenazados por estas importaciones.
Humberto Echeveste, propietario de la empresa, compartió que su producción tuvo que ser parada durante dos semanas. En este tiempo sus trabajadores no tuvieron con qué mantener a sus familias.
“También nos ha impactado, somos una pequeña empresa. Nosotros, por ejemplo, teníamos aproximadamente ocho años trabajando ininterrumpidamente hasta este año. Sí debimos de parar dos semanas y continuamos alrededor de otras ocho semanas más trabajando medios turnos, medios días e incluso dejando de laborar dos o tres días por semana”, lamentó.
“Lo que más nos impactó es que como fabrican calzado de dama por líneas, la línea primavera verano no se vendió, es decir, no se movió la sandalia en el mercado nacional y eso provocó que bajaran las ventas.
“De este tipo de calzado sí entró mucho calzado chino, las sandalias con pedrería y mucho detalle, y ante eso no podemos competir, porque tiene diseño, pero es muy barato”, aceptó.
Sin embargo, ante este problema, no se quedaron sin hacer nada, al contrario, cambiaron la línea, además de los materiales.
“Nosotros ahora sí que tratamos de fortalecer nuestra área de diseño y desarrollo, cambiamos nuestras líneas nuevas, que obvio eso nos llevó a costos más altos y más gasto, pero nos la teníamos que rifar, no había de otra, gracias a eso se dio la estrategia”.

Paran producción 3 meses

La empresa Calzatti tuvo que parar su producción durante tres meses.
Blanca Solís Segoviano, propietaria de la empresa, comentó que perdieron cerca de 10 clientes debido a que optaron por comprar calzado más barato, fabricado en China.
“Fue como por sorpresa que se paralizó todo, los mismos clientes nos dicen, sabes que no hay ventas, no hay ventas. Ellos piden mucho zapato barato para que puedan competir con todo lo que está entrando ahorita que es chino”, comentó.
Para la empresa con cuatro años de haberse formado, una de las desventajas es que no pueden ofrecer un producto de calidad a un precio mínimo, por lo que salen perdiendo ante una competencia desleal.
“Nosotros no podemos competir porque lo que ofrecemos es calidad, todo lo contrario del zapato chino, todo eso nos está pegando, pero porque la gente busca lo barato, así les dure una semana”, reiteró.
Actualmente laboran medios días o tres días a la semana, su producción está al 60% y su plantilla labora al 50%, de ser 26 empleados quedan 12.
“En producción estamos en 40% menos, fabrico desde balerina, huarache y bota, pero mi fuerte empieza a partir de junio, El año pasado, si yo tenía una producción de mil pares por semana, se redujo a 60%”.
Otra de las desventajas es que el calzado asiático se encuentra en tiendas comerciales y no sólo de dama sino de todo tipo, de niño, caballero y deportivo.
Incluso han detectado que sus ex clientes compran en Quéretaro, en donde venden contenedores de calzado chino.
“Lamentablemente, aunque yo tenga una buena calidad, no puedo competir con el precio, nuestro modelo de bota lamentablemente es igual al que entró de China, pero se los ofrecen más barato”.
Para poder sobrevivir venden a clientes de Monterrey, Querétaro, Acapulco, México, Torreón, Mexicali y San Luis Potosí.

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