El diálogo para empezar a restablecer las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba no empezó con el pie derecho.
Ayer, en una reunión previa dedicada a la migración, ambos países mantuvieron sus desacuerdos en la materia y no conciliaron posturas enfrentadas, con lo que se espera un deshielo lento y complicado, marcado por fricciones y viejas heridas luego de más de 50 años de mutuas hostilidades.
La delegación de Washington rechazó una de las principales peticiones de Cuba al confirmar que su Gobierno seguirá otorgando un estatus especial a los cubanos que pisen territorio estadounidense.
“Nuestro Gobierno está totalmente comprometido a mantener la Ley de Ajuste Cubano, el conjunto de políticas relacionadas con la migración conocido como pies secos, pies mojados”, aclaró el subsecretario adjunto para América del Sur y Cuba, Alex Lee.
La Habana exige que sus ciudadanos reciban el mismo trato que Estados Unidos le da a indocumentados de otros países.
“Lo extraño es que solamente una nacionalidad en el mundo reciba un tratamiento preferente, un tratamiento excepcional que ningún otro ciudadano del mundo recibe”, se quejó Josefina Vidal, directora de Estados Unidos de la Cancillería cubana.
Las negociaciones se tornarán más interesantes hoy, jornada en la que se empezará a discutir el restablecimiento de los vínculos diplomáticos, así como la posible apertura de viajes y el comercio.
Según el Departamento de Estado, Washington tratará de lograr los primeros avances, paso por paso, solicitando convertir su misión en una verdadera Embajada e incrementando el personal autorizado.
También se pedirá que sus diplomáticos gocen de los mismos derechos que los de otros países, obteniendo, por ejemplo, libertad de movimientos y acceso a telecomunicaciones.
Desde el Departamento de Estado se insistió durante la última semana en que no saben cuáles serán las reclamaciones concretas cubanas al respecto, algo en lo que La Habana tampoco ha profundizado.
A grandes rasgos, Cuba quiere ser eliminada cuanto antes de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo, algo con lo que el Presidente Barack Obama se mostró partidario en el mensaje con el que anunció el deshielo en diciembre.
Cuba también desea avanzar en la derogación del embargo económico, extremo que no depende de la Casa Blanca sino que ha de ser votado en el Congreso.
Parte de la expectación recaerá hoy en Roberta Jacobson, encargada de las relaciones con América Latina y primera secretaria de Estado adjunta que visita Cuba en 38 años.

Por Redacción AM

Escrito en Irapuato el 22/1/2015 · 00:00