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Líderes perredistas aceptan fractura, pero no desunión

Pese a las renuncias de militantes importantes como Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrard; así como el hallazgo de gobiernos corruptos en Guerrero, líd

Escrito en Irapuato el
Líderes perredistas aceptan fractura, pero no desunión

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) vive una fractura, pero no ha recibido el golpe mortal. 
Fundadores del principal partido de izquierda admiten que hay pérdidas por la renuncia de militantes en los últimos meses, causadas principalmente por decisiones en la cúpula. 
EL UNIVERSAL recabó los puntos de vista de Ifigenia Martínez, Jesús Zambrano, Pablo Gómez, Amalia García y Jesús Ortega, quienes en 1989 fundaron al PRD y que ahora —a casi 26 años de su creación— hacen una valoración del escenario fracturado ante la salida de Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrard, entre otros. 
Figura emblemática del sol azteca, Ifigenia Martínez aseguró que en los 25 años del PRD siempre han existido “movimientos divisionistas” que han hecho daño al partido de izquierda. 
“Siempre ha sido así en los movimientos de izquierda porque es muy difícil mantener la unidad”, declaró. 
La también economista por la Universidad Nacional Autónoma de México aseguró que el sol azteca ha sido debilitado por hechos recientes como la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero, cuando perredistas gobernaban tanto el municipio como el estado. 
“La salida de dirigentes siempre representa una cierta fractura, sin embargo creo que incluso la salida del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas no significa que haya abandonado los principios de la izquierda, sino al contrario eso nos debe de unir la ideología de izquierda”, indicó. 
Para el ex presidente nacional Jesús Zambrano, las renuncias representan “pérdidas, pero no pueden constituir golpes mortales contra el PRD”. 
Esto ha significado, aseguró, una ruptura en el partido con cierto sector que sigue pensando que fue equivocada la decisión de participar en el Pacto por México durante 2012 y 2013. 
Sin duda, dijo quien saliera de las filas de movimientos guerrilleros, que la renuncia de Cárdenas —en noviembre de 2014— fue una situación complicada, pero explicó que al PRD le hace falta dejar atrás el síndrome en el que necesita siempre un “jerarca” que los guíe o un “gran pastor carismático” para poder seguir existiendo. 
“Es decir, pasar de los que algunos le llaman la era de los caudillos, o de los dirigentes carismáticos para no descalificar a nadie, a un partido que se asume cada vez más como institución que más allá de sus liderazgos tiene que permanecer”, asentó el integrante de la corriente Nueva Izquierda. 
La fundadora perredista y líder de la corriente Foro Nuevo Sol, Amalia García, expuso que se ha deteriorado la vida interna del partido y es urgente que recupere los valores y principios que le dieron vida en 1989. 
“Se ha debilitado, el poner en el centro estos valores y principios, de la libertad, de la democracia, del respeto, de la inclusión, que nos parece sustanciales para impulsar dentro y fuera del partido en la propia sociedad”, acotó. 
García es diputada federal y se formó en el Partido Comunista Mexicano. Ahora dice que lo que se vive en las izquierdas es una disgregación.

Visión optimista 
Ante la renuncia de al menos 36 militantes en los últimos cinco meses, Pablo Gómez, integrante de la corriente Democracia Social y otrora miembro del Consejo Rector del extinto Pacto por México, precisó que sí afectan pero no son comparables a la salida de Andrés Manuel López Obrador en 2012. 
“Hay que tomar en cuenta que el PRD tuvo una escisión con la formación de un nuevo partido (Morena) pues lo que pasó es que el PRD quedó dividido”, declaró. 
A costa de esta situación, el PRD y la izquierda volverán a tener otra oportunidad para llegar a la Presidencia de la República. 
“Desde luego que la izquierda va a gobernar al país, no sé cuándo lo hará, la izquierda en general tiene que unirse, tiene que ser consistente en su propuesta política y retomar lo que ha perdido, debe tener una dirección firme, consecuente, que no se base en caprichos de ciertos líderes, en un espíritu de partido que no personalice o de grupo que son efímeros”, propuso. 
Jesús Ortega, líder de Nueva Izquierda (“Los Chuchos”) la corriente con mayor peso en el PRD, aseguró que toda renuncia de algún perredista tiene un impacto. Sin embargo, aún no se han ido más de cuatro millones de militantes, acotó. 
“Lamento esa situación, pero es una decisión de (Cuauhtémoc) Cárdenas, no fue una determinación de un órgano, fue una decisión personal, bajo el respetable punto de vista que yo no lo comparto”, expresó. 
Finalmente negó que haya una ruptura en el partido, aún con la salida de 36 de sus compañeros. 

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