Buscar

Enamorada de su labor como paramédico

Erika Padilla llegó a la corporación en su juventud y decidió quedarse por la noble tarea que allí realizaban.

Escrito en Irapuato el

Desde el año de 2002, una joven que acudió a brindar su servicio social a una corporación de auxilio se enamoró de la noble labor que allí realizaban, por lo que decidió quedarse allí por siempre para brindar el apoyo necesario a las personas, sin importar que en algunos casos exponga su propia vida.
La heroína es Erika Padilla Bravo, paramédico de Protección Civil Estatal, quien tiene el nombramiento por su destacada participación como Comisario y sub jefe de guardia. Es una joven entusiasta que siempre se ha preocupado por estar al pendiente de las personas que requieren atención prehospitalaria, aunque por su labor, la mayoría de las veces no puede convivir con su familia.
Erika relata que mientras cursaba la preparatoria, acudió a Protección Civil a cumplir con el servicio social de su escuela pero la finalizar, se enamoró de esta actividad y tomo la desición de quedarse como paramédico.

Le ha tocado de todo
Señala Erika que en cada servicio siente la adrenalina y analiza a lo que se pdría enfrentar en urgencia, hace oración y sólo piensa en poder llegar a tiempo y ayudar a quienes requieren de su ayuda.
Narró que en esta actividad le ha tocado de todo. Recuerda que un 20 de noviembre un hombre recibió dos impactos de bala que lo dejó grave. En el trayecto al hospital, sufrió un infarto y pese a que le dieron resucitación cardio pulmonar éste no respondió, “la madre de esta persona, viajaba en la ambulancia y llorando, pedía que salvaramos a su hijo”, relató.
“Al entrar al hospital, un médico me dijo que ya nada se podía hacer por el hombre, por lo que me sentí triste, salí a la ambulancia y la madre me preguntó por su hijo”, contó haciendo una pausa. “No supe que decir, sólo le dije que en breve el Doctor hablaría con ella. Me dolió y me dejó marcada ese servicio”, confesó la joven.
Sin embargo, también apuntó que el ser paramédico también le ha otorgado satisfacciones. Recordó que hace años un hombre se acercó a ella, para darle las gracias por haberlo atendido, dijo que se trató alguien que sufrió quemaduras y lesiones en una pierna tras una explosión, “creo que pasaron más de 2 años sin saber de esta persona, me encontró en la calle y me dijo -gracias porque usted me salvó la vida, usted me atendió en una explosión, gracias-”, dijo Erika.
Para Erika, Protección Civil es su segunda familia y reconoce que allí tiene buenas amistades, “aunque a veces no coincidimos en algunas cosas, pero siempre se arreglan y todos convivimos como una verdadera familia”.

No cambia su profesión
Afirma que nunca cambiaría su delegación de Protección Civil  y afirmó que seguirá capacitándose, pero sobre todo en técnicas de rescate.
Reconoce en el comandante José Luis Herrera a un gran amigo, un líder “que merece todo mi respeto, por el papel que viene realizando en la delegación”, aseveró.
Erika señala que todavía queda mucho de ella como paramédico, “hasta que Dios me preste la vida”, aunque recapacita y revira que de no casarse seguirá en el servicio, a menos que su pareja se dedique a lo mismo.
En estos 13 años, nunca se ha separado de su labor, ha sido constante y por eso es que ya tienen nombramientos dentro de la corporación.
Sobre sus padres, dijo que al principio no le daban permiso, pero ahora aceptan su labor. Incluso su hermana Jessica se ha incorporado en Protección Civil como paramédico.
Reconoce que muchas veces se aleja de la familia o falta a las reuniones, “pierdo momentos que no se repiten, pero vale la pena porque hago lo que más me gusta, ayudar a la gente”.

Escrito en Irapuato el

AManece Irapuato

Mantente al día con las últimas noticias de Irapuato, suscríbete gratis con tu correo

Amanece Irapuato