El crujir de huesos, los gritos desesperados de Luis Montes, las lágrimas de Segundo Castillo, eso llega a la mente cuando México y Ecuador son los protagonistas en el terreno de juego. Un duelo que Castillo no olvidará jamás.
“Creí que ahí se me había acabado el futbol, pensé lo mismo cuando vi la pierna rota de Montes”, dijo el mediocampista ecuatoriano a dos meses de cumplirse un año de la impresionante entrada que tanto a él como al “Chapo”, los alejó de Brasil.
En entrevista con Excelsior, el ahora jugador de Dorados en la Liga de Ascenso, recordó con pesar la pérdida de un sueño que le costó tres años y medio conseguir; sin embargo, jamás ha culpado al “Chapo” por su imprudencia.
“Ya había jugado en Alemania 2006 pero me quedé muy triste que por una jugada así, me haya quedado fuera de la lista para el Mundial cuando pensaba que podría ir”.
A casi un año de la lesión más grave de toda su carrera, así la consideró el propio jugador en la entrevista, Castillo reconoció la consternación que su lesión generó entre sus compañeros seleccionados, sentimiento que provocó que Antonio Valencia reclamara a los jugadores mexicanos lo sucedido.
“Les dijo que era un partido amistoso, que las entradas fueran suaves. Mis compañeros no comprendían la manera en que Montes entró en la jugada”, dijo el nacido en Esmeraldas, Ecuador.
El presente le pinta muy diferente a ambos jugadores, y es que aunque la lesión de Castillo -ligamento cruzado con un desgarro colateral externo- le permitió volver a las canchas luego de tres meses, la Liga de Ascenso es ahora su casa.
Montes, por otro lado, pese a su fractura de tibia y peroné, continúa en Primera División con La Fiera que nunca dejó de apoyarlo pese a los ocho meses y medio que implicó su recuperación.
“Al final son cosas del futbol que uno no quiere que pasen pero ahí están”, finalizó el mediocampista ecuatoriano.

Por Regina Yépez

Escrito en Irapuato el 28/3/2015 · 00:00

Irapuatense de nacimiento pero leonesa por adopción desde 2006. Cubrí a La Fiera en la división de plata y ascendí con ellos en 2012, desde entonces he seguido sus huellas en la Liga MX. En 2017 conté la primera historia esmeralda en la Liga MX Femenil y ahí, poco a poco se suman kilómetros.