Los padres de un niño mexicano de 11 años al que recientemente se le extirparon partes de un tumor masivo recibieron autorización para permanecer en Estados Unidos mientras el menor recibe tratamiento.
Un vocero de la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez, informó el martes que autoridades federales de inmigración autorizaron una ampliación a la visa de la familia de José Antonio Ramírez Serrano.
El mes pasado, doctores del Hospital de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque extirparon una tercera parte del tumor, del tamaño de una sandía, tras una operación que duró 11 horas. Los doctores dicen que José Antonio necesitará meses de terapia física a la que seguirán más cirugías.
En julio de 2012 el área de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional ayudó para trasladar al chico y sus padres desde un barrio peligroso en Ciudad Juárez, una de las urbes más peligrosas del mundo debido a la guerra entre cárteles de la droga.
Su familia ha viajado entre México y Estados Unidos para visitarlo.