La Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) clausuró ocho hornos ladrilleros por incumplir la Ley para la Protección y Preservación del Ambiente.
“No cumplieron con las dos normas; la primera, con sus licencia y la segunda con la quema”, dijo el procurador ambiental y de Ordenamiento Territorial, Juan Pablo Luna Mercado.
Siete de los hornos están ubicados en la comunidad de Pantoja y el otro en la comunidad Los Ricos de Abajo.
Apenas fue el 12 de agosto cuando se clausuraron 14 en las comunidades Presa de la Cantera, Los Rodríguez y Santuario de Atotonilco, luego de varias denuncias ante la PAOT.
El último operativo se llevó a cabo de manera simultánea el pasado martes con la participación de abogados e inspectores de la Procuraduría Ambiental, acompañados por elementos de las Fuerzas de Seguridad.
Durante el operativo se corroboró la inhabilitación de 2 hornos de los 7 correspondientes a Pantoja. Según el procurador, los hornos volverán a operar siempre y cuando cumplan con la normativa.
Según la PAOT, la Norma Técnica Ambiental NTE-IEE-001/2010, establece que la ubicación dentro de la zona urbana queda condicionada al uso exclusivo de gas LP o natural a una distancia mayor de 150 metros de vías generales de comunicación.
Las arcillas empleadas podrán ser material de desazolve de presas o bordos.

Temen por pozo nuevo

Magdaleno Ramírez, ex presidente de pueblos indígenas de Cruz del Palmar se mostró preocupado por el nuevo pozo que perfora SAPASMA en la localidad, debido a la contaminación que presentó con el otro que tienen desde hace 30 años.
De acuerdo a Ramírez, el problema del antiguo pozo data desde hace unos 14 años, cuando le encontraron manganeso, un mineral que puede afectar el sistema nervioso de las personas, además de residuos fecales.
Debido a ello, los habitantes de Cruz del Palmar dejaron de preparar alimentos con el agua que sale de ahí y la cual ya sólo se usa para riego.
Desde hace 5 años, el Centro para el Desarrollo Agropecuario (Cedesa) apoya a la comunidad con cisternas cargas de agua de lluvia para que de ahí los pobladores se puedan abastecer.
Ulises Valenzuela, presidente del Consejo de SAPASMA, destacó que el antiguo pozo de esta localidad ya está muy dañado e incluso a punto de venirse abajo; por esa razón fue que decidieron hacer uno nuevo.
En el caso de los residuos fecales, el funcionario dijo que se pueden eliminar a través de la cloración y en cuanto a los minerales pesados, mencionó que se tendría que invertir para incluir una planta potabilizadora.
El aforo que realizó SAPASMA resultó positivo y arrojó un torrente de 18 litros por segundo de agua, lo cual proveerá a los mil 9 habitantes que hay en la comunidad.
Valenzuela explicó que después del aforo se llevaron muestras al laboratorio, pero éstas tardarán de 10 a 15 días para conocer sus resultados.

Por Kenia Cervantes

Escrito en León el 10/10/2015 · 00:00