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Agonizan tiendas ISSSTE

Durante un recorrido por establecimientos de 12 estados se encontró que están desiertas

Escrito en León el

Se crearon en 1972 para apoyar a las familias en la compra de productos básicos y medicamentos a bajo precio, pero hoy lucen abandonadas.
En 12 estados del país, Grupo Reforma realizó un recorrido por tiendas y farmacias del ISSSTE, ahora llamadas SuperISSSTE, y lo único que encontró fueron estantes y refrigeradores semivacíos o en desuso.
“Las farmacias se han convertido en boticas. Encuentras Vick Vaporub, antigripales, curitas, pero yo necesito Citalopram, y aquí nunca hay. Yo me voy a lo más económico que es Wal Mart”, externó María Gloria Chaidez, jubilada del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), quien acude por despensa a la tienda ubicada en la Colonia Jardín Balbuena, en el Distrito Federal.
“Hoy en la mañana quería comprar 20 refrescos grandes porque teníamos un convivio, y no había suficientes”, criticó Roberto, cliente habitual de la tienda de la colonia Doctores.
Tan sólo en la Ciudad de México hay 22 sucursales y la mayoría luce igual.
El mayor desabasto se observó en las áreas de cárnicos, salchichonería, lácteos, frutas y verduras.
En el SuperISSSTE Coyoacán, empleados reconocieron que se ha reducido la oferta de productos debido a la falta de pago a algunos proveedores.
Ese problema se detectó también en las tiendas ubicadas en las colonias La Romana, en Tlalnepantla, y Santa Cruz Acatlán y Alce Blanco, en Naucalpan, Estado de México.
“Nosotros no sabemos la circunstancia de por qué dejaron de surtir. Si el proveedor no te visita, viene el promotor y le decimos ‘oye, ¿por qué no han surtido’?, y responde que está cerrada la cuenta”, señaló un trabajador.
La reducción en las ventas obligó este año a cerrar en Colima una de las tres tiendas.
“Las ventas han caído un 40 por ciento. Los únicos que vienen a comprar son los jubilados”, dijo una cajera.
La ausencia de productos en las cinco tiendas del ISSSTE que operan en la Zona Metropolitana de Guadalajara, Jalisco, es un misterio para los empleados.
“Se rumora que es porque el ISSSTE le debe a los proveedores, pero los clientes señalan que la diferencia en precios con tiendas de autoservicio ya no es tanta”, explicó un empleado.
En Chilpancingo, Guerrero, trabajadores externaron que, ante la falta de productos, se rumora que habrá cierre de tiendas en diciembre.
“Yo tengo aquí trabajando 30 años y nunca como ahora habíamos visto esta crisis “, dijo el empleado de una de las dos sucursales ubicadas en la capital guerrerense.
Fernando Laso, gerente de los dos establecimientos, reconoció que el desabasto se ha agudizado.
“Yo llegué apenas hace dos meses a ocupar este cargo, pero me dicen los trabajadores que este problema es desde hace cinco años”, refirió en entrevista.
En Guanajuato, empleados de una de las 11 tiendas del ISSSTE en el estado reconocieron que hace algunos años vendían cualquier tipo de medicinas, pero que hoy solamente tienen tratamientos para males menores.
“Está prohibido vender medicamentos como antibióticos o aquellos que requieran de receta médica. Tiene mucho tiempo que no han surtido el área de farmacia, sólo vendemos los que no requieren receta médica”, externó una trabajadora.
Pero también existe desabasto de distintos artículos.
“Cada tres semanas nos surten mercancía, pero no toda llega completa. Es un problema de las oficinas centrales de la Ciudad de México. La gente se molesta en ocasiones porque no encuentra lo que necesita”,externó una cajera de la sucursal de Silao.
En Irapuato hay anaqueles vacíos. Las etiquetas marcan el precio de productos que no se encuentra en existencia.
(Con información de Natalia Vitela, Mirtha Hernández, Jesús Guerrero, Jorge Escalante, Martín Aquino,
Mariana Jaime y Guillermina Trejo)

‘Tomé canasta, aunque no la llené’

En el SuperISSSTE de Villahermosa apenas hay dos personas que recorren los tres pasillos de la pequeña tienda.
A uno de ellos, el gerente lo alcanza para darle con amabilidad una canastilla con ruedas.
-Tome una, aunque no la llene-, le dice.
Y así sucedió. El cliente recorrió una y otra vez los pasillos y no llenó la canasta.
Apenas consiguió echarle tres litros de leche, un rollo de papel y tallarines, ante el poco surtido.
En la tienda no hay área de salchichonería ni de cualquier otra línea de productos perecederos.
En el área de farmacia hay unos cuantos productos en un anaquel, aunque lo que más abunda son toallas higiénicas.
Tampoco hay problema de estacionamiento, pese a que son sólo son seis los cajones.
Esta tienda, junto con las ubicadas en Cárdenas y Teapa, son las tres únicas que quedan, pues en noviembre pasado fue cerrada la de Centla.

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AManece León

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