Los emprendedores tienen cada vez más competencia dentro de un mercado rodeado de productos que también intentan demostrar que son mejores, al contar con tecnología de punta, ingeniería en sus procesos o inventos novedosos. 
Sin embargo hay muchos otros que, viendo alguna necesidad en el mercado, le dieron un valor agregado a sus empresas, las que a primera vista parecieran ser “comunes”.
Son los casos de un bar y una cafetería dedicados a los ‘geeks’, amantes de las caricaturas y videojuegos, así como el de un restaurante de sushi en el que las especialidades tienen base de pizza y hamburguesa; hasta un lugar  único con trampolines, albercas de esponja y competencias de ‘quemados’.
Para Elvira Toba Meri, directora de Investigación, Posgrados y Educación Continua del Tecnológico de Monterrey, Campus León, esta tendencia seguirá creciendo debido a muchos factores, entre los que se encuentran los cambios en el estilo de vida de las nuevas y no tan nuevas generaciones.
“La ventaja es que es la mejor manera de diferenciarte de negocios similares a ti o de ser una opción única para un mercado en especial. La desventaja es que si no comunicas bien, el cliente puede no entender muy bien de qué se trata o le puede llegar el mensaje equivocado”.
Son las redes sociales las que hacen que los empresarios encuentren clientes con perfiles más específicos, facilitando así la mercadotecnia de su producto.
“León está viviendo un momento de mucha efervescencia emprendedora, así lo veo yo, y es cuestión de darte una pausa para conocer los apoyos, fondos públicos y privados, incubadoras, comunidades, información, eventos que están ocurriendo todos los días en el Bajío”.
Elvira comentó que el camino del éxito para los emprendedores puede ser el innovar en sus conceptos sin olvidar que se destinaron a un público específico.

Videojuegos y Cerveza

Arturo Bravo y Emmanuel Becerra encontraron monotonía en sus noches de diversión en los bares de la ciudad, por lo que vieron la necesidad de tener un lugar en el que, además de sus bebidas favoritas, hubiera videojuegos. Así se creó Play & Cheers.
“Mi amigo y yo siempre habíamos tenido la idea de negocios, pero no la típica plaza o lugar de juegos; vimos que había buenas opciones en otros lugares, tomamos algunas ideas y empezamos a armar el proyecto”, comentó Arturo.
Primero diseñaron el proyecto y la idea de la empresa, entraron a una incubadora de negocios, buscaron un apoyo económico y comenzaron a establecerlo en forma.
“Más o menos un año antes de establecernos fue cuando comenzamos a planearlo. Emmanuel siempre participó en la parte de administración con la empresa de su papá y yo siempre tuve la idea de crear algo nuevo”.
Los jóvenes emprendedores saben que, como ellos, hay más lugares que ofrecen diversión por medio de videojuegos, pero ellos quisieron alejarse de la idea de ser solamente un salón de juegos.
“Nuestra competencia indirecta son todos los bares, nosotros investigamos conceptos en otros países, que fue de donde obtuvimos algunas ideas. Play and Cheers es un lugar innovador, al que la gente puede ir como a cualquier otro bar a beber, a comer algún snack, pero con la diferencia de que aquí puedes jugar videojuegos; desde los más retro hasta los más nuevos. Queríamos crear una experiencia diferente en cuanto a un lugar de videojuegos”. 
A sus 23 años, Arturo y Emmanuel ya ven en el entorno a cada vez más emprendedores.

Café, libros y videojuegos

Un proyecto en el que pudiera conjuntar su idea por emprender junto a uno de sus mayores gustos fue lo que llevó a Mónica Alcaraz y a su esposo Daniel Rosas  a crear ‘Cafeína’, una cafetería con cómics, libros y videojuegos.
“Inicié el año pasado con la idea de que fuera un lugar de convivencia o de entretenimiento. A mí me gustan todas estas cosas de cómics, videojuegos, películas, y la idea fue hacer un lugar donde los conjuntáramos todos”, comentó Mónica. 
Desde el inicio de la idea la pareja eligió esta temática; ahora además de libros, cómics y videojuegos, venden productos relacionados a la temática “geek” que son hechos por proveedores locales.
Además han llevado a cabo un ciclo de cine que abarca diferentes temas y al que han invitado a participar a otras instituciones, como el Festival de Jazz de León y la Universidad Ibero.
No sólo las cafeterías convencionales son su competencia; por la temática de su empresa, también lo son los centros de entretenimiento que ofrecen videojuegos, como la Plaza de la Tecnología.
La inquietud de Mónica por emprender fuve apoyada por diversos grupos de emprendedores con quienes colaboró para llevar a cabo su proyecto.
“Hemos visto cómo empezó a crecer y cada vez hay más gente que se anima a dejar un proyecto personal. Yo siempre creí que León podría tener más opciones de entretenimiento para la gente, cada vez hay más apoyos y también espacios para ayudarte a emprender”, finalizó.

Concepto innovador y único

Jumper Fly llegó a la cabeza de Alejandro Márquez Ponce hace cuatro años, después de viajar con sus hijos a Estados Unidos y conocer un parque de trampolines; primero lo platicaron como un juego y después, al ver las posibilidades de un lugar así en la ciudad, lo establecieron.
“La verdad es que ni siquiera lo teníamos claro, ni era una propuesta como tal, hasta que dijimos: ¿Por qué no? Y aquí estamos, es  algo totalmente nuevo en toda el área, un lugar para niños, jóvenes y adultos”, comentó su director, Alejandro Márquez.
Este primer parque de trampolines en León inicio en octubre de 2014 y, a la fecha, han implementado otros servicios como son una pared para escalar, clases de acrobacias y competencias de “quemados”.
“Encontrar a un instructor certificado y calificado fue difícil. Los parques de trampolines han crecido en Estados Unidos y han llegado a México, pero los más cercanos son uno en Ciudad de México y otro en Guadalajara”. 
El principal motivo por el que Alejandro decidió traer la idea de Estados Unidos y no alguna empresa originaria de allá fue porque todas las ofertas eran traer algún parque como franquicia.
Por ahora la intención es dejar este parque trabajando al ritmo que ha tomado desde que inició y comenzar a franquiciar a mediano plazo para poder ver nuevos parques de Jumper Fly alrededor de la República.
El lugar ocupa una superficie de tres mil metros cuadrados; sólo de área de trampolines son 900 metros cuadrados; el lugar se renta también para fiestas infantiles.
“Es una tendencia en crecimiento, las nuevas generaciones están viendo cosas diferentes, ya no quieren estar en una empresa, están viendo nuevas oportunidades de hacer negocio, expandirse, crecer y darse tiempo para ellos”.

Sushi de botanas

Un grupo de cuatro emprendedores formado por Francisco Hernández, Omar Arias, Luis Muñoz y Roy Aguado iniciaron hace poco más de un año el proyecto Rollito Urban Sushi: un restaurante de comida japonesa que se combina con bases de pizza y hamburguesas.
Los jóvenes tenían ya antes un restaurante de sushi en el que ofrecían un producto convencional, pero su inquietud por innovar los llevó a crear un concepto totalmente diferente.
“Queremos ofrecer un producto tropicalizado y vender experiencias. La gente busca productos innovadores; fue un desafío porque no es convencional y había que probar nuevos sabores”, comentó Omar Arias.
Sus rollos de sushi tienen una variedad de sabores que va desde botanas picantes a base de hamburguesas o pizzas.
De sushi a pizzas

Pero los jóvenes quisieron llevar más allá su idea de negocio y con un concepto similar fundaron hace algunos meses “La Nona Lola”, una pizzería que combina la tradicional pizza italiana con ingredientes mexicanos.
“En la Nona quisimos hacer algo similar que en Rollito; transformar e innovar en la manera de preparar los alimentos para darles un valor agregado”
Chicharrón prensado, carne al pastor, carne deshebrada y botanas son algunos de los ingredientes que tienen las pizzas; y esto al parecer le ha gustado a la gente.
“La respuesta del público ha sido buena, les ha gustado mucho,  hoy en día León ha ido creciendo en muchos aspectos. Nos atrevimos a proponer, a hacer un cambio; al menos en nuestros pedidos, uno es convencional  y 10 son especialidades”.
Por la especificidad de sus productos, la competencia directa es muy poca; pero no por esto bajan la guardia a seguir mejorando.
“Competencia indirecta es muchísima, hasta el puesto de tacos es competencia para nosotros. Es un nuevo negocio de alimentos que se abre y que nos hace dar lo mejor en el día a día”, dijo Francisco Hernández.
Los jóvenes decidieron animarse a emprender gracias a la creciente ola de emprendimiento que vieron en la región; en sus dos restaurantes cuentan con salsas hechas por ellos mismos y productos elaborados localmente, en apoyo al comercio de la ciudad.

Por Redacción AM

Escrito en León el 17/4/2016 · 00:00