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EU modera crítica hacia caricaturas de Mahoma tras ataque en París

El Gobierno de Barack Obama no ha dado muchas opiniones sobre las caricaturas de Mahoma y hasta cierto punto, se considera que ha sido empático.

Escrito en León el
EU modera crítica hacia caricaturas de Mahoma tras ataque en París

La Administración de Barack Obama moderó el martes sus puntos de vista sobre las caricaturas del profeta Mahoma al negarse a criticar a una revista satírica francesa que volvió a publicarlas menos de una semana después de que sus periodistas fueran víctimas de un ataque mortal en su sala de redacción.
En el pasado, Estados Unidos había criticado las caricaturas del profeta musulmán sin dejar de defender la libertad de expresión.
En 2006, la Administración de George W. Bush describió las caricaturas publicadas en un diario danés como "ofensivas" al compararlas con imaginería antisemita y anti-cristiana de otras épocas. En 2012, el gobierno de Obama cuestionó el criterio periodístico de los editores de Charlie Hebdo al hacer públicas algunas caricaturas similares y dijo que podrían resultar "inflamatorias".
La semana pasada doce personas perdieron la vida cuando un grupo de terroristas atacó a la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo en París.
El martes, el Departamento de Estado se negó a criticar las nuevas caricaturas que Charlie Hebdo publicara esta semana. También se abstuvo de decir si consideraba que su publicación fuera anti musulmán. El lunes, de manera similar, la Casa Blanca se abstuvo de emitir declaraciones similares.
"Independientemente de la opinión personal que alguien tenga sobre el tema, y sé que hay opiniones personales muy acaloradas sobre esto, apoyamos de manera irrestricta el derecho de Charlie Hebdo de publicar este tipo de cosas", dijo Marie Harf, una portavoz del Departamento de Estado. "Eso es lo que ocurre en una democracia. Punto".
Muchos musulmanes creen que publicar cualquier imagen de Mahoma puede ser una blasfemia. Cuando fue preguntada si los editores estadounidenses deberían tener en cuenta esa sensibilidad religiosa, Harf dijo que en Estados Unidos "llamaríamos a las organizaciones de noticias para que, en términos generales, tuvieran en cuenta factores que creemos son importantes".
"Hay una gran variedad de factores que intervienen en la decisión de publicar, sea la libertad de prensa, sea la sensibilidad, sea la susceptibilidad religiosa", dijo.
"Sin duda, entender que la gente, en particular los musulmanes, tienen sentimientos personales fuertes acerca de este tipo de representaciones", añadió. "Nada justifica la violencia, nada justifica el odio y nada debe interponerse en el camino de la libertad de expresión".
La primera portada de Charlie Hebdo tras el ataque de la semana pasada muestra una caricatura de Mahoma y una doble página que decía que más gente fue a la marcha de París del domingo en apoyo del semanario satírico "que a misa". En la carátula, Mahoma aparece con un cartel que dice "Je suis Charlie", con una leyenda arriba que dice "todo ha sido perdonado".
La revista se ha referido a varias religiones con su característico humor y había enfrentado amenazas por publicar caricaturas de Mahoma. Una de las máximas autoridades islámicas de Egipto pidió el martes a Charlie Hebdo, en tono de advertencia, no publicar más caricaturas de Mahoma argumentando que eran provocaciones para los musulmanes.
La visión de Estados Unidos del martes sobre el tema ha sido la más empática de los últimos años con respecto a la publicación de estas caricaturas.
Cuando el diario danés Jyllands-Posten publicó unas caricaturas que desataron violentas manifestaciones en los países musulmanes, el entonces portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, defendió la libertad de expresión, pero dijo que las democracias deben promover el entendimiento, el respeto de los derechos de las minorías y la tolerancia de las diferencias culturales. "Creemos que son ofensivas, y desde luego, entendemos por qué los musulmanes creen que estas imágenes son ofensivas", dijo.
Esa reacción se produjo después de varias conversaciones al interior del Departamento de Estado tras bambalinas. El argumento a favor de un irrestricto apoyo a la libertad de expresión provino de Daniel Fried, un diplomático de carrera que en ese momento era el jefe de la diplomacia estadounidense en Europa. David Welch, el diplomático estadounidense de más alto rango en Medio Oriente, objetó ese argumento al poner sobre la mesa la sensibilidad musulmana.
El resultado fue la declaración de McCormack, que apoyaba la libertad de expresión pero condenaba las caricaturas, de acuerdo con funcionarios familiarizados con las discusiones y que pidieron que su identidad se mantuviera en el anonimato porque no estaban autorizados a hablar sobre el asunto.
Seis años después, el gobierno de Obama adoptó un tono similar después de las caricaturas de Mahoma publicadas por el semanario Charlie Hebdo. "Tenemos preguntas acerca del criterio editorial empleado para publicar esto", dijo Jay Carney, secretario de prensa de la Casa Blanca en 2012. "Sabemos que estas imágenes serán consideradas profundamente ofensivas por muchos y tienen el potencial de ser inflamatorias".
Él, también, reiteró la importancia de defender la libertad de expresión.
El lunes, el actual portavoz del presidente Barack Obama habló de manera diferente.
"No hay nada que los individuos en esa revista satírica hicieran que justificara, de manera alguna, el tipo de violencia que vimos en París la semana pasada. Nada", dijo Josh Earnest. "Eso es, creo, el principio más importante de lo que está en juego aquí".
También dijo que dependía de las organizaciones de noticias el que hicieran sus propias evaluaciones acerca de la publicación de dicho material.

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