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A la caza de oportunidades

Uno de los secretos para lograr el éxito de un negocio es llegar a nichos de mercado que no son atendidos.

Escrito en León el

Fabián Padilla y su socio comercial apostaron con éxito a la diversificación de la marroquinería.

En su planta ubicada en León maquilan para marcas internacionales de productos de piel, como Frye y Amsterdan Cowboys, así como para una empresa que comercializa cinturones bajo licencia de la NFL.
Además, están por arrancar maquila para las prestigiadas marcas American Eagle y Lucky Brand.
La producción de su empresa Dog Style va enfocada en un 99% al mercado de exportación. Japón, Estados Unidos, Europa, Canadá, son los destinos en los que la marca Style Neckwear se ha colocado.
Su producción

Fabián Padilla, director general de la empresa, recordó que iniciaron hace diez años en la fabricación de collares y correa para perros con la marca Dog Style posteriormente la marca se convirtió en Style Neckwear.
Esta marca se distribuye en el territorio nacional, a través de las tiendas departamentales Liverpool y HEB.
Actualmente su producción principal es de portafolios, bolsas, maletas de piel, cinturones, carteras y accesorios como llaveros, tarjeteros, todos elaborados en piel, que maquilan para las marcas Frye, Amsterdan Cowboys, Lucky Brand y American Eagle.
En promedio pueden fabrican de 2 mil 500 a 3 mil piezas semanales en bolsa y portafolio.
Mientras que la producción de cinturón y collares de perro es de 25 mil piezas semanales.
El 80% de los productos que fabrican son de piel, el resto son una mezcla de piel con textil como lonas.
Proveeduría local

Fabián se considera nacionalista, así que el 70% de los proveedores del material son locales, en todos los ramos tenerías, herrajes y forros.
La planta trabaja con 250 personas y adicional a este personal tienen tres maquilas externas de ensamble. La maquila extra está organizada de tal forma para crecer en conjunto con la planta.
Con el equipo de ingeniería que trabaja en la planta, las máquinas tienen auditorías y visitas para el seguimiento de la producción.
El Director explicó que los productos para canes se fabrican en piel, de forma detallada, con forros hipoalergénico. “Siempre buscamos hacer para esos collares un producto diferente a lo que se encontraba en el mercado”.
Para el proceso de exportación tuvieron que registrarse a una academia en Estados Unidos de APPA (American Pet Products Association) para que el producto fuera aceptado.
El crecimiento de la empresa es incierto, reconoció el director. El año pasado pensaba crecer el 20% y creció el 200%, a futuro planea no crecer de manera drástica sino permanecer y enfocarse en los clientes fuertes.
Inicio del negocio

Antes de dedicarse a la marroquinería, Fabián Padilla se dedicaba a la contabilidad, trabajando para una firma internacional, en este lugar conoció al que sería su socio comercial.
Cuando inició Fabián tenía 24 años de edad.
El emprendedor expuso lo que lo motivó a comenzar su negocio: “tener la libertad de ser dueño de mi tiempo y mi negocio, cuando comencé la marroquinería vi que había un campo fuerte de trabajo no había grandes empresas marroquineras”.
En ese entonces su socio trabajaba como maquilador exclusivo de bolsa para la marca Dooney & Bourke.
Por conducto de su socio comercial comenzaron a maquilar a un cliente de origen norteamericano.
La demanda de maquila con otras marcas era alta, así que finalmente en 2005 decidieron diversificar su producción. Además de los collares fabrican portafolios y productos de piel diversos.
“Dado que habíamos empezado con una marca americana con los portafolios, fuimos ampliando la gama, los primeros contactos nos llegaron por recomendación de nuestros clientes”, recordó su propietario.
Como empresa se definen con proyección extranjera, que están en proceso de certificación.
Para la entrega de su mercancía manejan diferentes esquemas, la mayoría es “puesto en planta”, esto significa que los clientes son los que hacen todos los trámites aduanales, aunque tienen un departamento de logística con el que pueden coordinar la entrega en frontera.
Proceso de producción

El diseño de los productos es entregado por los clientes en fichas técnicas.
Al interior de la planta tienen un departamento de diseño, en el que desarrollan el modelo final, y después de recibir la aprobación del cliente, se pasa a producción.
El proceso inicia con la revisión del material o insumo a utilizar. El primer departamento es corte, en donde se forman las piezas, de ahí pasa al preparado, donde la pieza es rebajada, dividida, pintada y troquelada.
Después pasa a los módulos de ensamble donde se termina de construir, se arman forros, y se pespunta. Pasa al departamento de adorno donde se le aplican lacas, cremas, selladores y por último pasa al empaque.
Este proceso se realiza en células de trabajo. En cada paso se debe revisar, desde que se corta hasta que se ensambla pasan dos días. El 18% del personal está dedicado a la inspección de calidad.
Una recomendación que da este empresario es no perder de vista las certificaciones.
“Las empresas extranjeras se fijan mucho en esto, para nosotros es lo que nos ha ayudado a soportar el crecimiento de la empresa”.

›› Crean red de mensajería

El proyecto del negocio De Volada surge ante la necesidad que los socios vieron en los restaurantes, para el servicio de entregas a domicilio.

El propietario de la mensajería tenía un restaurante de comida tailandesa, en el que comenzaron haciendo la entrega a domicilio.
“León es una ciudad donde hay gente de edad mayor viviendo sola, es la ciudad per cápita con mayor número de madres solteras del país, todas ellas trabajan y no les da tiempo”, explicó Aarón Murillo Díaz, director de logística.
Este potencial de negocio lo descubrieron, cuando se hacían las entregas a domicilio de su restaurante.
En septiembre de este año, De Volada cumplió un año que comenzaron a trabajar. Semanalmente realizan 1,500 servicios. “No nos conoce ni el .10 % de la población”, reconoció Aarón, por lo que visualiza una amplia oportunidad de negocio.
La empresa cuenta con 15 unidades para el servicio, el personal con el que cuentan es de 18 personas.
El negocio atiende varios rubros. El objetivo es atender a particulares principalmente amas de casa, para ayudarles a surtir la despensa, llevar comida, entregar medicinas, y lo que les soliciten.
Para las empresas se enfocan en hacer los servicios de paquetería y de entregas a domicilio. Entre los clientes con los que trabajan están el Hospital Médica Campestre, Hospital Los Ángeles, para este sector surten recetas.
Con restaurantes atienden el servicio de entrega a domicilio con Argentilia, Frascatti, Mardavis, Olive Garden, entre otros.
“Todo lo que nos pidan, recibos, mensajería, damos servicios de entrega de los mejores restaurantes”.
Planes de expansión

Este mismo servicio lo han replicado en Veracruz, Aguascalientes y San Luis Potosí. Aunque no es una franquicia, lograron que otros socios ubicados en estas ciudades se llevaran la logística y forma de trabajo, para ofrecer el servicio.
La ventaja que tienen sobre otros servicios de entrega, es que respaldan los servicios con un seguro en caso de accidente; es decir, si la mercancía que van a entregar sufre algún daño esta se repone sin costo extra.
Los retos que de momento tienen como empresa, han sido darse a conocer; como proyecto de crecimiento van a ampliar la flotilla y dividirse en células de trabajo, para crecer el servicio a 12 mil servicios mensuales.
El servicio inicia con la llamada que recibe el callcenter, en un mapa a través de un sistema GPS ubican al mensajero que esté disponible. El mensajero hace la compra de lo que le hayan solicitado y realiza la entrega.
Además de los servicio empresariales, tienen un servicio especial para personas que viven solas, específicamente adultos mayores que no pueden salir a comprar alimentos y medicinas, a ellos por un precio “simbólico” les dan servicio diario para entregarles alimentos y medicinas.

›› Atienden nicho especializado

Para Valeria Aranda y Luis Fernando Villicaña, socios en Roller Shop, la idea de desarrollar este negocio surge porque estaban interesados en comprar patines para hacer ejercicio, pero en la ciudad no encontraban algunos que los convencieran.

Los socios de la tienda descubrieron que en otras ciudades grandes, como Guadalajara y Monterrey, el patinaje estaba en su apogeo, pero en León todavía no.
Fue así que en marzo de este año decidieron abrir una tienda en la que los amantes de este deporte pudieran encontrar marcas de origen francés, italiano y alemán. La tienda ofrece un catálogo de 48 modelos para los diversos tipos de patinaje.
Además de los patines la tienda ofrece fundas para ruedas que ellos mismos fabrican con productores locales, al igual que agujetas fabricadas en León. El proyecto es distribuirlas a nivel nacional.
Luis Fernando explica que el patinaje es todo un deporte. “Una vez que te adentras en el mundo de los patines ves que existen infinidad de estilos”.
El patinaje dejó de ser recreativo para convertirse en una opción de deporte. Los patines ahora son ligeros, ya no son los patines de antes donde la rueda era un plástico duro.
Ahora hay diferentes durezas de la rueda, el riel puede ser de aluminio, la bota puede ser de carbón, con rieles ajustables dependiendo al tipo de pisada; es una tecnología aplicada al patín, incluso hay botas anatómicas para que sea cómodo el patinaje.
Los modelos de patines se dividen en fitness para hacer ejercicio y urbano para quienes quieran trasladarse. Este tipo de equipos dan un patinaje rápido, para brincar, agresivo, los patines son toscos para usarse en parques extremos, subir barandas, hacer brincos; son para los amantes de las caídas y la adrenalina.
En la región son la única tienda especializada en patines. Mensualmente han colocado 40 pares y también pueden cubrir pedidos especiales en modelos y marcas.
El nicho de mercado al que van dirigido es amplio: niños desde 4 años, hasta adultos.
“El patinaje está entrando en auge la gente voltea a ver este deporte porque hay un sentido de cuidar la salud”, destacó Luis Fernando.
La mayoría de los distribuidores de patines tienen la licencia para vender en México, no son marcas que se encuentran en cualquier lugar.
El costo promedio de unos patines es de 3 mil pesos, en la tienda tienen el servicio de accesorios, refacciones y servicio.
Valeria explicó que se puede dar asesoría en la compra, ya que son una tienda especializada.
“Esta es precisamente la diferencia, de los precios, los modelos van cambiando cada año, el tono, los acabados, la combinación”.
Como proyecto de crecimiento planean tener la distribución de alguna marca a nivel nacional de forma exclusiva.
El concepto de la marca, fue un trabajo en equipo que desarrollaron entre los socios y un diseñador para dar un estilo fresco.
Para fomentar este deporte los socios, crearon un club de patinaje, en el que comparten movimientos iniciales, técnica para frenar y práctica del deporte.

Escrito en León el
Periodista en Periódico AM desde hace diez años. En su etapa formativa inició como reportera de investigación, en el equipo de Raúl Olmos en investigaciones especiales. Desde hace ocho años, se ha especializado en la fuente de negocios y sector empresarial. Egresada de la Licenciatura en Periodismo, por el Instituto Latinoamericano de Ciencias y Humanidades. Cuenta con Diplomados en periodismo digital Diplomado en Periodismo Económico Digital en la UDG Virtual.

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