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"Innovación es clave para buen desarrollo": René Hernández

René Hernández, miembro de Naciones Unidas, ofreció una charla en el ITC y expresó las ventajas que ofrece la innovación a las ciudades que la impleme

Escrito en León el

Las regiones que deciden invertir una innovación que involucre a las instituciones públicas y privadas, aceleran su desarrollo, aumentan la oportunidad de generar más ingresos para sus ciudadanos y reducen la desigualdad.
Estas fueron algunas de las reflexiones que expresó René A. Hernández, jefe del Área de Capacitación y Educación ILPES/CEPAL de las Naciones Unidas, quien ayer presentó una conferencia magistral en el Segundo Coloquio en Desarrollo Económico, Sustentabilidad, Innovación y Tecnología que se realizó en el Instituto Tecnológico de Celaya, campus 2.
“La innovación ya dejó de verse como mero proceso de invención y realmente involucra una dimensión más amplia. Consiste en nuevos procesos, productos en una mejora tecnológica y en un proceso de modernización, en cambiar modelos de negocios, organización empresarial de la producción, en realidad cambios en la gestión entonces estamos hablando en realidad de una noción amplia e incluyente”, explicó.
Al igual que el funcionario de las Naciones Unidas, el director del ITC Ignacio López Valdovinos, presentó una conferencia en la que habló de las acciones y los retos que tiene la institución para sumarse al desarrollo industrial de la región, pero también del país.
Al evento también acudieron autoridades, docentes y representantes de la Universidad de Guanajuato, Universidad Politécnica de Guanajuato incluso de la Universidad de Querétaro.
En su ponencia René A. Hernández manifestó que América Latina no es la región más pobre del mundo, sino la que integraba a la clase media, sin embargo sí era la población más desigual del planeta.
“La brecha entre los que tienen más y los que tienen menos en esta región del planeta es más acentuada, no podemos concebir nosotros ninguna forma de desarrollo que no atienda, que no incluya en esa visión una mejora en la distribución del ingreso”.
También habló de que no sólo basta que haya ingenieros altamente capacitados si a la par no se genera una estructura que los demande.
“¿Quién demanda a los ingenieros en América Latina? ¿De qué nos sirve enviar Ingenieros en Mecatrónica, Ingenieros en Electrónica si la estructura productiva de los países no demanda esa capacidad?
“Es un fenómeno que debe verse de manera conjunta por la oferta y la demanda, lo que ha ocurrido en gran parte de nuestros países es que hay esfuerzos encomiables por aumentar la oferta de procesos y de innovación pero la demanda no ha crecido a la misma capacidad, esto siempre crea una brecha”, indicó.
Como ejemplo de los frutos que trae lograr una relación entre crecimiento, desarrollo e innovación, citó que en países asiáticos como Singapur se le apostó a un proceso acelerado de aprendizaje y entraron a un desarrollo acelerado.
“En el caso de los países latinoamericanos necesitan aprender a aprender para acelerar sus procesos de cambio”.
Y a través de una gráfica mostró que los países que más han invertido en la innovación también son los que tienen más ingresos por habitante y por el contrario los que menos invierten en esa materia también tienen un ingreso bajo por habitantes. Entre estos últimos estaban los países latinoamericanos como México.

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