Un total de 198 menores de tres años viven en las cárceles del país junto con sus madres que purgan condenas por diversos delitos, entre ellos el narcotráfico, informó la entidad administradora de las prisiones al conmemorarse en forma local el día del niño.
El Instituto Nacional Penitenciario afirmó en un comunicado que "los niños y niñas que viven en contexto de encierro cuentan con las atenciones adecuadas para vivir en paz sus etapas de crecimiento como sus derechos lo exigen, sin maltratos ni agresiones".
Se añade que "muchas de las madres (reclusas) vienen de familias disfuncionales" por lo que reciben frecuentes orientaciones de psicólogos, educadores y trabajadores sociales.
De acuerdo con la ley penitenciaria de Perú, un niño o niña puede permanecer con su madre presa desde su nacimiento hasta los tres años, fecha en la que debe abandonar la cárcel para ir a vivir con algún familiar cercano. Antes de cumplir los tres años, los menores salen previamente de la prisión con familiares para que se acostumbren a su próxima forma de vida.