NOSOTROS SOMOS USTED

En su primera edición, el domingo 21 de mayo de 1978, AM publicó esta editorial.

 

Compañía Periodística Meridiano inicia sus actividades con la edición de este Diario que circulará en el Estado de Guanajuato y algunas zonas aledañas. Estimamos que si bien en nuestra Entidad existen empresas editoriales que a lo largo del tiempo han logrado afirmar su prestigio en distintos sectores, la dinámica social origina expectativas de conocimiento y relación que pudieran ser cubiertas con fórmulas distintas, sin que esto signifique un juicio de valor sobre las existentes.

En efecto, sería censurable vanidad afirmar que estamos seguros de hacer algo mejor. Lo que nos anima es el deseo de hacer algo distinto. Y esto se aplica no sólo a la materialidad de la publicación, sino muy especialmente a su organización y fines.

Es nuestro firme propósito que el periódico sea un vehículo de comunicación que fortalezca la sociedad en que vivimos y contribuya, mediante la objetiva exposición de sus problemas e inquietudes y la defensa de sus nobles anhelos, a hacerla más solidaria y justa.

Partimos de la promesa de rechazar toda subordinación a consignas o influencia de grupos, cualquiera que sea su signo o fuerza. A todos y cada uno de ellos los consideraremos parte importante de nuestra comunidad y sin excepción encontrarán en nuestras columnas y en forma desinteresada, la oportunidad de informar sobre sus actividades y opinar sobre los asuntos de interés general.

Aspiramos a captar la pluralidad de nuestro tiempo, no a ser órgano de facción. No pretendemos generar inconscientemente oposiciones, ni menos participar en una carrera para alcanzar el favor de los poderosos. Nuestro sentido institucional se define en el contexto de los más elevados intereses de la sociedad y de las leyes que la rigen.

Esto no significa que huyamos de todo compromiso: por el contrario, proclamamos el que tenemos, indeclinable, con los valores morales que serán el motor de la tarea diaria: con los fundamentos de nuestra nacionalidad; con el progreso de nuestro Estado; con la búsqueda de la unidad creadora en la diversidad civilizada de criterios; con el ejercicio de la libertad y la verdad como norma.

No aspiramos a ser fiscales implacables, ni jueces solemnes ni mucho menos cómplices por silencio. Con modestia –sin la cual el periodismo deriva hacia el fingimiento de autoridad o preponderancia inexistentes- tenemos conciencia de nuestras limitaciones. Pero también creemos que éstas no existen en lo que se refiere a entusiasmo, capacidad profesional y deseos de servicio.

Si a priori debiéramos definir nuestro periódico, diríamos que será limpio. Es posible que en más de una ocasión tengamos que recurrir a la benevolencia del lector para que disculpe una presentación impropia o una redacción inadecuada. Pero es seguro que jamás le daremos motivos para que nos reclamen frases injuriosas o difamatorias, información dolosa, propósito de inducir al error o el disimulo de notas que ocultan tanto quien las hizo como quien las pagó.

Quienes emprendemos la tarea no somos desconocidos para la opinión pública. Esta es una empresa independiente en sus recursos y en sus sistemas de trabajo. Organizada bajo la base del correcto intercambio de un servicio y su retribución.

Así nuestros recursos se generarán exclusivamente en la venta de ejemplares y en la venta de espacio para los mensajes publicitarios. Los lectores siempre tendrán la ocasión de informarse sobre el particular. Este no es un negocio como cualquier otro: la edición diaria de un periódico significa el ejercicio diario de la credibilidad, la comprobación cotidiana de que los principios se mantienen y las promesas se cumplen.

Un ejercicio, también, de confianza. Nosotros vamos a esforzarnos, hasta el límite de nuestras capacidades y conocimientos, por ofrecer un diario bien hecho, bien informado, abierto a todas las iniciativas, alejado de la solemnidad fatigosa. Su vigor derivará, naturalmente, de reflejar el que anima a nuestra sociedad. La respuesta corresponde a lectores y anunciantes. Ellos serán sinodales permanentes. Nuestro trabajo se resume en buscar y conservar su aprobación.