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La actuación le salvó la vida a Al Pacino

De no haber sido por la actuación, probablemente Al Pacino no seguiría en este mundo.

Escrito en León el

De no haber sido por la actuación, probablemente Al Pacino no seguiría en este mundo.
Con esta reflexión, el actor neoyorquino enchinó ayer la piel de 10 mil estudiantes mexicanos en el Auditorio Nacional durante una conferencia donde expuso sus puntos de vista sobre el precio de la fama, Shakespeare, sus mejores papeles y hasta Star Wars.
"Siempre estuve interesado en la actuación. Yo vivía en el Bronx en un entorno muy pobre, pero, afortunadamente, mi madre podía costear llevarme al cine antes de irse a trabajar. Ahí comencé a disfrutar este mundo.
"En la escuela empecé a actuar siendo un adolescente y puedo decir que la actuación salvó mi vida. Mis amigos cercanos murieron por drogas, mientras yo protegía mi vida con el escudo de la actuación. Estaba en obras escolares y eso me mantuvo lejos de las calles", puntualizó Pacino durante la charla, en el marco del evento México Siglo XXI.
Sin embargo, su pasión por las artes escénicas no pudo alejarlo de pasar hambre durante sus primeros años en esta profesión, según compartió con la audiencia.
"Yo no tuve educación y nunca fui a la escuela, pero he aprendido mucho de la gente, de los libros que he leído, de mis trabajos y del mundo. De joven yo era un vagabundo que no tenía ni donde vivir, dormía en el teatro donde actuaba y bebía café con los veladores.
"Sin embargo, el tener amigos y familia, es algo que disfruté mucho. Mi primera oportunidad importante fue ser educado al estilo neoyorquino, lo que me enseño a conectarme con mi entorno y aprovechar la vida al máximo", recordó el histrión, de 75 años.
Cuando la fama llegó a su vida en 1972, gracias a su papel de Michael Corleone en El Padrino, Pacino recibió no sólo una nominación al Óscar, sino también una valiosa lección de vida.
"No sabes que tienes anonimato hasta que lo pierdes. La fama es la perversión del instinto natural humano, que requiere ser validado y aceptado. Algunos pueden vivir con la fama y otros no. Yo le di la bienvenida y tuve que aprender a vivir con ella. Sé que yo no estaría aquí si no hubiera sido por ese éxito (de El Padrino).
"Ahora mis hijos quieren ser famosos. Es cómo funciona el mundo y está bien, siempre y cuando hayas hecho algo con tu vida antes de ser famoso. Yo era Pacino antes de que todos conocieran a Pacino. El anonimato fue muy bueno conmigo, porque pude estudiar a las personas y pude conocerme primero a mí mismo".
Entrevistado por su amigo, el comunicador Larry King, el neoyorquino compartió con los estudiantes becados por la Fundación Telmex varios consejos de vida, siendo el principal el de no dejar de soñar y luchar por sus metas por sobre todas las cosas.
"Deben descubrir lo que realmente les gusta, analizar a otras personas y conectarse con ellas. Traten de tener sus instintos abiertos y confíen en ustedes mismos. Descubran por lo que están locos, hagan hincapié en eso y disfruten el viaje. En mi caso, mi pasión es la actuación, una carrera que me ha dado todo", puntualizó.

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