Familiares y amigos cercanos de Miguel Ángel Castro se reunieron en la avenida Paseo de los Niños para montar una cruz que demande justicia a su muerte y preserve el recuerdo del joven ingeniero de la Universidad de León.
“Espero que cuando vean la cruz, la gente sepa que el asesinato de mi hijo sigue impune, yo sólo quiero que se le haga justicia, y que esto no le vuelva a pasar a ninguna otra madre”, dijo María de los Ángeles Castro Quiroz, madre de Miguel.
Desde las cuatro y media hasta las seis de la tarde, un grupo de 30 personas guardó luto por la muerte de Miguel, donde se instaló una cruz blanca en una de las paredes que rodean el Parque Explora, a un lado de esa cruz aún puede verse una mancha oscura de la sangre del joven derramada en la tierra.
Los familiares buscan que el caso de Miguel no se olvide y sirva como ejemplo de la inseguridad que se vive en la ciudad de León y que la gente exija al Gobierno que se trabaje en mejorar estas condiciones.
“Yo nunca había tenido tanto miedo de andar por las calles de León, nunca en toda mi vida hasta ahora, en verdad que cuando camino en la noche ya temo por mi vida”, dijo Patricia Navarro, tía de Miguel.
La mamá de Miguel indicó que durante la reunión que tuvo con la alcaldesa Bárbara Botello Santibáñez le confesaron que las cámaras de seguridad no servían, por ello se dificultaba dar con los culpables.
“La Alcaldesa nos comentó que la mayor parte de las cámaras de seguridad son puro cascajo, que no sirven y que las de Explora tampoco, por eso no tenían los videos del escape de los asesinos, aunque nos prometió que no iba a quedar impune su muerte”, dijo María de los Ángeles.
Los amigos y los familiares se quejaban en general de la ola de inseguridad que azota a la ciudad, y la impunidad con la que operan los grupos delictivos.
“Los rateros ya no sólo roban y se van, sino que ahora te matan para que no digas nada o no los sigas, saben que no los van a agarrar porque muchos de ellos ya hasta tratos tienen con la Policía, y si los agarran pues salen rapidísimo”, dijo Carolina Márquez, abuela de Miguel.
“Este último fue el tercer y último asalto que sufrió mi sobrino, esta pérdida me duele mucho, todavía no logro asimilarlo”, dijo Edith Navarro Márquez.
Los familiares pusieron un pequeño ramo de flores a un costado de la cruz, símbolo del recuerdo de Miguel, y rezaron por el alma de su ser querido, el grupo completo terminó su ofrenda y alrededor de las seis de la tarde regresaron a sus hogares.

Por Redacción AM

Escrito en León el 4/11/2014 · 00:00